viernes, 26 de mayo de 2017

Abogacía por el enfoque familiar en programa TBC

Abogacía por la medicina familiar en los programas de salud: De la falta de integración del enfoque familiar y comunitario.












El modelo de salud público propuesto por el Ministerio de Salud en Chile, ha definido dentro de sus ejes programáticos fortalecer el modelo de salud familiar desde la APS. Bajo este paradigma se pone especial énfasis en una mirada bio-psico-social de la enfermedad, entendida además como una mirada de salud pública que considera en su quehacer la determinación social y el trabajo comunitario.

 Para cumplir con esta tarea es especialmente relevante la formación de médicos familiares que en conjunto con otros profesionales formados en salud familiar intentamos dar eficiencia a los escasos recursos con los que debemos lidiar. La evidencia en este punto es amplia en la literatura y bien es sabido que los sistemas de salud con acceso a atención primaria con un modelo de trabajo integral
con servicios que fomentan la continuidad y la longitudinalidad son más eficientes y efectivos 1,2.
  
Los programas verticales centrados en la enfermedad, que no consideran los determinación social, fueron generados hace más de 50 años y no son aplicables en el contexto socio-epidemiológico actual. Se hace necesaria la integración de estos programas al modelo de atención integral de salud para lo que se requiere potenciar la capacidad gestora local de la atención primaria. En aquellos  programas relacionados con el manejo de las enfermedades infectocontagiosas, donde los factores de riesgo son los determinantes sociales, resulta contradictorio el no tomar en cuenta el contexto en el que sucede la infección, y más aún el que las evaluaciones de su funcionamiento estén centradas en tener tarjetones y registros al día, que no dan cuenta del contexto familiar donde se generó la enfermedad.  

En el caso específico del programa de tuberculosis, la adherencia terapéutica es uno de los factores más importantes en el manejo las personas portadoras de la enfermedad, siendo éste un fenómeno complejo que va mucho más allá de tomarse los medicamentos, pues está condicionado por múltiples factores y componentes subjetivos del ser humano, que terminarán siendo un repertorio de comportamientos que la persona adopte respecto de las recomendaciones consensuadas junto al profesional sanitario. 

Todas esas recomendaciones se llevarán a cabo fuera del campo de la atención médica, en el seno mismo del hogar. La familia es considerada el recurso más importantes para el mantenimiento de la salud y la atención preventiva, al influir en el individuo no sólo con sus creencias y conocimientos respecto a la salud, sino también al prestar auxilio en la toma de decisiones y ejecución de acciones adecuadas, así como también es un apoyo para el individuo a través de sus relaciones de intimidad, afecto y solidaridad, por lo que como grupo social juega un rol esencial en la adherencia al tratamiento de cualquier enfermedad.

Es por esta razón que como Comité de Abogacía, nos parece inaceptable que en el marco de una supervisión realizada el día 22 de mayo, en la ciudad de Angol, en el CESFAM Piedra del Águila, con representantes técnicos del programa de tuberculosis del Ministerio de Salud, se limite el análisis a aspectos sólo biomédicos sin ampliar la mirada a lo que el propio ministerio está intentando fomentar hoy en la APS. 

En este contexto no sólo se obtiene un análisis reduccionista, sino que además se ignora la formación de la especialidad en medicina familiar cuestionando sus herramientas de trabajo y de acción, emitiendo comentarios que ridiculizan nuestro quehacer en el desarrollo de acciones de salud y vulneran los derechos de las personas de ser sujetos activos en las decisiones relacionadas a su propio cuidado. Se cuestionó que la participación de la familia en los cuidados de sus integrantes  tenga un rol relevante dentro del programa, generándose un clima de incomodidad ante la divergencia de paradigmas y sobre todo por la ausencia de coherencia con el modelo de atención integral de salud con enfoque familiar y comunitario.

Consideramos que vivenciar estos eventos en el nivel local, junto a equipos que están día a día con las personas, que además son quienes conocen su territorio, son inadmisibles y no deben replicarse en otras instancias de supervisión y asesoría. Debe tenerse en cuenta, que el nivel primario de atención, actualmente es quien asesora en temáticas que involucran la participación de la familia como protagonista principal de la recuperación de la enfermedad de sus integrantes, cuyos especialistas somos, de hecho, los médicos familiares presentes a lo largo de todo el país.

Esperamos que situaciones como esta no se repitan  nuevamente, y que se realicen capacitaciones respecto a la importancia de la familia en la salud, para lo cual nosotros estamos más que dispuestos a colaborar.
Atentamente,


Ana María León. 
Felipe Oyarzún
Martin Plaza
Laura Moreira Mera
Julio Montero 
Marcelo Fernández. 
Fernando Cáceres 
Patricia Vargas
José Luis Contreras
Andrés Glasinovic
Carolina Posada
Pamela Llanten
Jorge López
Naomi Palma 
Patricia Serrano 
Diana Vidal
Marcela Pedraza
Marcelo Müller
Diana Cáceres